«Y ten paciencia con la maquinación de los envidiosos, porque tu paciencia los matará, porque el fuego se come a sí mismo si no encuentra a quien comerse.»
«En Egipto se llamaban las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, curábase en ellas de la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás.»