«No somos ciudadanos, somos consumidores de todo: de cosas, de personas, de sentimientos, de intereses. No disfrutamos, solo devoramos, poseemos y olvidamos.»
«En España nadie se plantea nada desde una perspectiva moral; este es un país de salvajes y de cafres; […] El espíritu de la Guerra Civil está tan vivo como entonces, lo que pasa es que no tenemos un ejército levantisco, hay prosperidad y la gente no se va a echar a la calle, y estamos en Europa, pero las líneas de fuerza son las mismas: los separatismos, los problemas con la Iglesia, el rumor de sables, y la cuestión pedagógica y de la enseñanza…»