El móvil. Enemigo público nº 1

Siempre se ha dicho que la realidad supera la ficción. Y no es para menos en virtud de lo que se puede ver cada día  por cualquier rincón de nuestra ciudad.

Hoy os traigo una pequeña anécdota que no me resisto a compartir con vosotros. Ayer recibí un mensaje de correo electrónico que pude ver desde mi teléfono móvil. Un contacto de Facebook (al que no conocía, sino que probablemente sea amigo de la vecina de un amigo de un contacto mío) envió un mensaje con la expresión “…si es k kmo grana  no ay na”.

A pesar de que el mensaje se entiende -y el sentimiento, como el valor, se le supone a este individuo- la forma en que se expresa me ha hecho pensar que, además de un desatado interés por estar a la última en el empeño de destrozar el lenguaje, la LOGSE, LOE, LGE o cualquier otra ley de educación ha calado, y muy negativamente, en el pueblo llano.

Sin embargo,  lo que más me llamó la atención fue la coletilla final del mensaje… “Enviado desde mi Iphone…” ¡Toma ya, Madaleno!

Querido amigo/contacto/conocido o intruso:

Si te ves con la capacidad técnica de sacarle partido a un smartphone de este calibre, ¿podrías tener la decencia de no hundir su prestigio en la miseria escribiendo de esa forma? ¿Por qué pones en su pantalla semejantes burradas? ¿Tanto esfuerzo cuesta un poco de prudencia al teclado? ¿O es que, acaso, quieres que los demás seamos partícipes de tu capacidad dialéctica tan “inch”? ¿Cómo es posible que seas capaz de manejar con tanta facilidad una maravilla tecnológica que lleva “días” entre nosotros y aquello que te intentaron enseñar de pequeño, y que goza de más prestigio que tu teléfono, lo hagas trizas con tan pocas palabras?

Granada es muy bonita, de eso no hay duda. Pero si tienes que decirlo para que los demás se enteren… ¡Dilo bien, coño!

¡Por cierto! Gracias por recordarme que tengo que aumentar mi privacidad en redes sociales.

Carlos.

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