La erección que evoca un saludo

Alguien publicó en Internet, no recuerdo dónde, que la cultura es como una buena erección. “Si la tienes, se nota.” Que me perdone el autor de tan sensible verdad por no recordar ni su nombre ni su sitio. Pero tenga presente que lo llevo en mis pensamientos con más frecuencia de la que desearía.

Esta introducción viene a cuento de la ya tan famosa frase del “OLA KE ASE”. Una “perlita” más que viene a añadirse a la gran cantidad de piedras culturales que lapidan nuestra lengua de forma indiscriminada, gracias al uso de aquellos aparatos incluidos en el saco de las TIC que bombardean nuestra mente y nuestros bolsillo, haciéndonos cada día un poco más dependientes y culturalmente más inútiles.

El “OLA K ASE” y sus derivados “OLA K KIERE”, “OLA ENTRA O K ASE”, “OLA, IWALMTE” por citar algunos de los que recuerdo, me llaman mucho la atención cuando los leo por ahí, incluso impresos en camisetas, alfombrillas, carteles, pegatinas… Desgraciadamente esto es lo que hay.  Perlitas y perlitas que van configurando el collar que cada día estrangula más nuestra lengua, y que no son sino fiel reflejo de los intereses de una juventud (líbrese el que pueda y quiera) como la nuestra. La más preparada y formada desde hace décadas.

Es cierto que alguien puede pensar que lo que escribo puede tacharse como demagógico. Para nada es así. Se trata de una deducción consecuente, fruto de un pensamiento que, a modo de pregunta, comparto con vosotros a continuación.

¿Cuánto dinero puede haber costado la enseñanza (pública o privada) de estas personas durante buena parte de sus vidas para que ahora se vean con la autoridad para reventarla en tan poco tiempo? ¿Cuántas horas de profesores insistentes y abnegados tiradas por la borda?

Que…OLA K ASE?, … – ¡Pues nada!, aquí acordándome del tiempo perdido, del dinero perdido, de la persona perdida, de algunos antepasados perdidos y de una erección que quiso ser y no pudo.

Buen día.

Carlos.

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